donde está
descansando la pobreza,
tendida su ilusión en la maleza,
que pisa mi egoísmo ardientemente.
Nunca miro a mi
prójimo de frente,
e ignoro su valor y fortaleza,
voy pasando con aires de grandeza,
porque nunca pregunto lo que siente.
Jamás veo el rocío en su mirada,
ni latir mi corazón con insistencia,
siempre encuentro su mano levantada,
dando gracias a Dios, por mi presencia.
Voy vagando, perdiéndome
en la nada,
con mi orgullo pasado
de clemencia.
No quisiera,
Señor, ver mi avaricia,
perdida en la sordera de este mundo,
desfilar ante el pobre
vagabundo,
sin dejar en su puerta una caricia.
Penétrame, Señor,
con tu pericia,
profundiza mi ser de amor fecundo,
rellénalo de paz, en
un segundo,
porque encuentre la sed de tu justicia.
Aquí está, como
siempre, mi Señor,
con el alma llorando todavía,
este pobre y humilde servidor,
que perdiera su rumbo al mediodía,
navegando en el mar del pecador,
donde siempre la barca, está vacía.
O.Z.M.
Hola Olegario, me dejas encantado y agradecido
ResponderEliminarcon tus sonetos como sienpre Amigo, eres profesor
maestro que a este alumno le gustaría tener.
Un fuerte abrazo
Ángel-Isidro.
Es igual el tema que toques, siempre lo haces con gran maestría. Hoy nos traes unos sonetos de la pobreza en nuestra calles que muchas veces nos deja indiferentes. Quisiéramos ayudar a todos, pero ¡son tantos! Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarAmigo Olegario, como gran poeta que eres tus poemas llegan siempre al corazón.
ResponderEliminarTu barca nunca estará vacia, al contrario, estará llena de los buenos momentos que nos haces sentir con tus palabras y con el cariño que los regalas además de un sinfín de cosas mas.
Gracias por todo.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
Abrir los ojos es como un examen de conciencia, un mirarse hacia adentro para contemplar lo que hay. Un bello ejercicio endecasílabo, una confesión de las propias miserias elevadas al lírico modo. ¡Felicidades!
ResponderEliminarUn abrazo
Duelen las miserias. Tu las sublimas y tocas de lleno los corazones.
ResponderEliminarUn abrazo, maestro.
Piedra
La fe ilumina tu poesía y abre tus ojos, amigo Olegario, como queda patente en estos sonetos.
ResponderEliminarUn abrazo.
El poema realmente precioso y desgraciadamente muy de actualidad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenas tardes Olegario.
ResponderEliminarBellísimo Poema - Oración, casi mísitco.
Gracias por pasarte por mi blog.
Un abrazo, Montserrat
Gracias mi querido Oligario por tus palabras y poema en mi casa.
ResponderEliminarMe han gustado mucho ambos poemas, hablar con Dios, de cómo estamos por dentro, de cómo pasamos de nuestro prójimo nos lleva a la reflexión para ser más humildes y misericordiosos con todos.
Con ternura
Sor.Cecilia
Llena tu mente de bellos pensamientos
y deja que ellos trabajen en tu corazón,
pintando un interior de alegría,
para que aflore en el espejo tus ojos
la más bonita de las sonrisas.
Te deseo tengas un hermoso
comienzo de semana.
Esta amiga que te quiere y aprecia!
María Del Carmen
Abramos los ojos para recibir la brisa y luz en nuestra mirada.
ResponderEliminarSaludos.
HOLA OLEGARIO. COMO SIEMPRE DISFRUTANDO DE TUS ENTREGAS...TE INVITO A DARTE UNA VUELTA POR MI BLOG " DE LO MEJOR...LO MEJOR !!!", TENGO ALGO PARA TI...ESPERO QUE SEA DE TU AGRADO.-}
ResponderEliminarUN GRAN ABRAZO.-
Hola Olegario.
ResponderEliminarPaso a saludarte del blog de Thony después de leer ese bello homenaje que te ofrece, también te he leido en esos preciosos poema que tiene nuestra amiga Mari (La Gata Coqueta) en sus espacios.
Me gusta lo que leo y con tu permiso me quedo.
Un abrazo.
Ambar