lunes, 13 de febrero de 2012

UN ABRAZO DE DESPEDIDA


          


    Mi buen querido amigo y compañero
que ayer llegaste hasta mi blog tardío,
preñado de ilusiones, tal vez frio,
leyendo mis escritos con esmero.
      Muchos años tendido en el sendero,
que aprisiona mi vida, en el vacío,
del remanso de paz, que en este río,
se vuelve doloroso y cicatero.
      Quiero darte las gracias simplemente,
porque me has ayudado a comprender,
que mi edad hoy no está en vuestra corriente,
que se pierde en la bruma del ayer,
que no sabe beber de vuestra fuente,
pues tiene solo sed de anochecer.


    No quisiera marcharme todavía,
y es cierto que me duele el corazón,
después de haber tenido la ocasión,
de aprender tantas cosas hoy en día.
    Sobre todo mil gracias yo daría,
al ser que ayer prestara su atención,
a todos mis desvelos. Con pasión
le pido que perdone mi osadía.
    Yo no sé navegar por estos mares,
que vosotros surcáis en abundancia,
porque yo soy un ser de otros lugares,
tal vez a muchas leguas  de distancia,
que jamás se ha subido a los altares,
ni escondido detrás de intolerancia.


    Perdonad si algún día os he ofendido,
quizás por ignorancia pasajera,
porque nunca en mi mente yo tuviera,
constancia de un error incomprendido.
    Más si acaso, así hubiera sucedido,
no le deis importancia tan siquiera,
porque nunca hubo tal, que yo supiera,
si así fuese, se quede en el olvido.
     Yo no sé si algún día he de volver,
desde luego sin duda os lo diría,
si así fuera, no sé cuando ha de ser,
tal vez en vuestro blog comentaría,
presentando un soneto de mi ayer,
con la misma ilusión y fantasía.

                        O.Z.M.

viernes, 10 de febrero de 2012

NUESTRO VUELO A GUINEA

      

                          El viaje

   Viajamos por la senda de lo incierto,
cuando ayer no era tarde todavía,
buscamos un atajo, en lejanía,
más allá de la arena del desierto.
   Otro mundo, tal vez no descubierto,
quizás otra ilusión, otra alegría,
colgada en nuestra propia fantasía,
pues no estaba el mañana aún despierto.
   Y surcamos el mar en amplio vuelo,
nuestras alas se abrieron en el viento,
y seguimos volando, arriba el cielo,
lloraba sin cesar, sin un lamento,
y nosotros abrimos con anhelo,
el paraguas de nuestro sentimiento.


    Un camino infinito por delante,
un mañana lejano en nuestra vida,
un adiós en el puerto de salida,
y un abrazo al futuro caminante.
    Un suspiro en la tierra palpitante,
que pisamos con ansia desmedida,
borraba nuestro punto de partida
abriendo un horizonte delirante.
    Y así llegamos, mi querido amigo,
soñando aquella tarde prodigiosa
dejando nuestro ayer en el abrigo
de aquella juventud maravillosa.
   Pero el hoy no es ayer y te lo digo,
ni la vida siquiera es color rosa.


    Cuantas veces cruzamos la frontera
por el charco del cielo consiguiente,
buscando sin cesar, constantemente,
una senda feliz, una escalera,
que nos lleve al portal de nuestra espera,
suspirando en la vida alegremente,
rodando sin cesar por la pendiente
que conduce al amor en primavera.
    Cuantos vuelos preñados de ilusiones,
cuantas nubes cruzando el firmamento,
cuántas ansias en nuestro corazones,
 cuantos sueños se quedan en el viento,
cuantos años se van en emociones,
cuanta vida se pierde en este intento.

                         O.Z.M.

miércoles, 8 de febrero de 2012

EL SONETO

                   EL SONETO
                    07-02-12
   
  El soneto en sí solo, es una historia
y puede hasta tener buena intención,
yo  prefiero admirarlo, a la sazón,
cabalgando al galope en mi memoria.
   Me parece servil su trayectoria,
catorce líneas no deben, en razón,
dejar casi encogido al corazón,
en un alarde de alcanzar la gloria.
   Yo me voy más allá de este momento,
pues le hice a mi soneto galopar,
y cruzar en manada el firmamento,
volando sin dejar de respirar,
si queréis esto no es un fundamento,
más sí una nueva forma de rimar.


     Y así lo tengo en mi interior grabado,
como una sensación independiente,
que lanzo al aire de ilusión ardiente,
y le doy otro rumbo a su costado.
     Admirable velero arrinconado,
profundo en tu estructura consecuente,
que navegas, tal vez, contra corriente,
en el mar de tu amor, casi olvidado.
     No te encuentro, soneto, prisionero,
descansando en la cama de tú ayer,
catorce versos en tu historia quiero,
porque no puedo verte padecer,
pero sí continuar por el sendero,
que antaño te dio fama, a mi entender.


    Por eso yo os los brindo en armonía,
tal vez en un manojo distendido,
enorme, si queréis, más no dormido,
impregnado de amor y fantasía.
    Me gusta navegar por su hidalguía,
y  escuchar su perfume en mi sentido,
yo no quiero, soneto, verte herido,
ni ver tu sangre, tras de tu agonía.
    Déjame que te atienda a mi manera,
que te busque por todos los rincones,
que te llame y respondas desde afuera,
que te llenes conmigo de emociones,
que brille siempre en ti la primavera,
y se colmen de amor los corazones.


                          O.Z.M.

lunes, 6 de febrero de 2012

AÑORANZA Y AMOR -FIN

                                                                                                          

Entre el hoy y el ayer     

Porque es muy duro continuar viviendo,
aún teniendo asumida la evidencia,
pensando que no estas en mi presencia,
y aceptando que ya no te estoy viendo.
      Poco a poco, mi amor, te estoy sintiendo,
cercana en el portal de mi conciencia,
poco a poco te abraza mi impaciencia,
que se queda al final siempre sufriendo.
      Que aquí no hay vuelta atrás, amada mía,
es una realidad inconfundible,
un sueño que arrebata la alegría,
tal vez una quimera irresistible,
una triste ilusión, una porfía
entre el hoy y el ayer, un imposible.

                     Recordándote

     Yo no puedo vivir constantemente,
soñando en tu esperanza y alegría,
porque estoy de tu amor en lejanía,
y no obstante te tengo tan presente.
     Qué desgracia, mi amor, que estés ausente,
que suspire en silencio mi agonía,
que se quede llorando todavía,
llamando en tu portal tan persistente.
      Qué tristeza que estés tan alejada,
solitario de ti, te ando buscando,
y te siento, cariño, entre la almohada
como una sensación, y estoy llorando,
como una realidad de madrugada,
estoy entre tus brazos suspirando.

                    Yo no quiero

    Yo no quiero beberme tu alegría
en el vaso febril de mi tristeza,
yo no quiero que pierdas tu grandeza,
yo no quiero que ocultes tu hidalguía.
     Yo no quiero una mueca en tu agonía,
yo no quiero unos ojos sin belleza,
yo no quiero una duda en tu cabeza,
yo no quiero volar sin fantasía.
    Yo no quiero vivir sin ilusiones,
yo no quiero venderte primaveras,
yo no quiero soñar con tus canciones,
yo no quiero acostarme en las aceras,
yo no quiero sufrir sin condiciones,
yo no quiero pensar que no me quieras.

                                                                                                                                       
                   Yo si quiero

      Yo si quiero sentirme prisionero
de aquel amor de ayer, correspondido,
yo si quiero volar, aún suspendido,
del cable de tu amor, siempre sincero.
     Yo si quiero viajar por el sendero,
cogido de tu mano, no dormido,
yo si quiero soñar, incomprendido,
con un puerto feliz a mi velero.
     Yo si quiero tenerte en mi pasado,
yo si quiero bañarme en tu ternura,
yo si quiero que duermas a mi lado,
yo si quiero abrazarme a tu hermosura,
yo si quiero sentirte en mi costado,
yo si quiero contigo una aventura.

                         Solo tú

     Que tan solo contigo estar quisiera,
no concibo otro amor en este mundo,
tan lleno de alegrías, tan profundo,
que se fuera con él mi vida entera.
     Te fuiste, mi alegría y compañera,
me dejaste en la tierra moribundo,
llorando mi dolor, siempre iracundo,
como aquel que vivir ya no pudiera.
     Me he quedado como una marioneta,
suspendida en el aire de tu vuelo,
que no sabe llorar porque es cometa,
que no sabe sentir cerca del cielo,
que se cuelga del techo del planeta,
y no quiere bajar a ras de suelo.

                       Y al fin solo

     ¿Cómo puedo pensar que estás conmigo,
si te llamo, mi amor, y estás ausente?.
     ¿Cómo puedo creer que estás presente,
si llorando, cariño, estoy contigo?.
     Si pudiera, tan solo, ser tu amigo,
y tenerte a mi lado, frente a frente,
no sabes lo que haría, complaciente,
por tratar de eludir este castigo.
     Que esto ya no es vivir con ilusiones,
ni tampoco soñar con impaciencia,
esto solo es seguir sin pretensiones,
esto solo es llorar sin resistencia,
esto solo es vivir sin ambiciones,
esto solo es morir de pervivencia.

                         O.Z.M.