Mi buen querido amigo y compañero
que ayer llegaste hasta mi blog tardío,
preñado de ilusiones, tal vez frio,
leyendo mis escritos con esmero.
Muchos años tendido en el sendero,
que aprisiona mi vida, en el vacío,
del remanso de paz, que en este río,
se vuelve doloroso y cicatero.
Quiero darte las gracias simplemente,
porque me has ayudado a comprender,
que mi edad hoy no está en vuestra corriente,
que se pierde en la bruma del ayer,
que no sabe beber de vuestra fuente,
pues tiene solo sed de anochecer.
No quisiera marcharme todavía,
y es cierto que me duele el corazón,
después de haber tenido la ocasión,
de aprender tantas cosas hoy en día.
Sobre todo mil gracias yo daría,
al ser que ayer prestara su atención,
a todos mis desvelos. Con pasión
le pido que perdone mi osadía.
Yo no sé navegar por estos mares,
que vosotros surcáis en abundancia,
porque yo soy un ser de otros lugares,
tal vez a muchas leguas de distancia,
que jamás se ha subido a los altares,
ni escondido detrás de intolerancia.
Perdonad si algún día os he ofendido,
quizás por ignorancia pasajera,
porque nunca en mi mente yo tuviera,
constancia de un error incomprendido.
Más si acaso, así hubiera sucedido,
no le deis importancia tan siquiera,
porque nunca hubo tal, que yo supiera,
si así fuese, se quede en el olvido.
Yo no sé si algún día he de volver,
desde luego sin duda os lo diría,
si así fuera, no sé cuando ha de ser,
tal vez en vuestro blog comentaría,
presentando un soneto de mi ayer,
con la misma ilusión y fantasía.
O.Z.M.