Por la reja sutil
de la persiana,
que ocultaba un silencio misterioso,
callado entraba el sol maravilloso,
disfrazado en la luz de la mañana.
Un rayo traspasaba
mi ventana,
silente, penetrante, ruboroso,
recorriendo mi cara, silencioso,
susurrando el amor con voz temprana.
Mis ojos se
entreabrieron suavemente,
tras el beso febril que recibiera,
la puerta que cerraba mi inconsciente,
tendida en el dolor que ayer naciera,
y no tuve el valor correspondiente,
de empezar una nueva primavera.
Un suspiro de
amor y amanecía,
un beso en la mejilla y la ilusión,
respiraba en mi pobre corazón,
que abrazado al ayer se estremecía.
De nuevo se
escuchó la fantasía,
mascullando en la sombra una canción,
tal vez una plegaria, una oración,
un nuevo despertar de la alegría.
Abrazado a aquel
rayo portentoso,
sentí el alma prendida en mi pasado,
cabalgando en mi ayer maravilloso,
y agarrado a la grupa, ilusionado,
galopaba en un mundo misterioso,
pensando siempre en ti, mi amor callado.
O.Z.M.
Nota.- Queridos
amigos: Voy a dejar de publicar una
temporada,
probablemente por causa de las
vacaciones estivales. Os
agradezco, de corazón, todas vuestras
atenciones personales.
Un fuerte abrazo.