Yo tengo entre mis manos, protegida,
llorando una ilusión, en dulce espera,
si la aprieto, se encuentra prisionera,
si la libro se queda harta ofendida.
Qué tengo yo que hacer en tu partida?.
Si ya no tengo edad de estar afuera,
y si fuera posible que la hubiera,
¿qué tengo que ofrecerte en esta vida?.
Tal vez ya no me quede en el tintero,
ni una gota de humor y fantasía,
ni una pluma prendida en el sombrero,
por mandarte un mensaje de alegría,
que llegara hasta ti, por el sendero,
donde no sabe andar la pena mía.
Vuela sin miedo, mi ilusión callada,
desgarra tu cadena de atadura,
tú no tienes edad, y sí hermosura,
juventud y valor en tu mirada.
Yo soy un hombre solo, casi nada,
no tengo a mano una cabalgadura,
ni siquiera una lanza en mi cordura,
tampoco tengo escudo, ni una espada.
No te puedo ofrecer una caricia,
ni una triste aventura en el mesón,
Dulcinea de ayer, que eres noticia,
pues llega Don Quijote a la sazón,
desprovisto de espada y de codicia,
y también de locura y ambición.
O.Z.M.
Hace tiempo que no leíamos tus hermosos versos.
ResponderEliminarUn saludo
Te reclamaba una nueva entrada hace pocos minutos respondiendo a un comentario tuyo en mi blob, y compruebo con ilusión que has vuelto a prodigarte para el placer de los sentidos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perdonadme que no imprima en mi blog sonetos a la velocidad de antes. Mis deberes de abuelo me tienen ahora bastante ocupado. Os doy las gracias por vuestros siempre
ResponderEliminaragradables comentarios. Un abrazo muy fuerte.
Siempre queda la esperanza. Bendita ilusión.
ResponderEliminarAbrazos
Piedra
Tú lo has dicho, Miguel. Siempre queda la esperanza. Es cierto pero no siempre se alcanza. Gracias por tu comentario y un abrazo.
ResponderEliminarBueno, si lo que te impide frecuentar tus entradas son tus deberes de abuelo, quedas perdonado, absuelto, justificado y todo lo demás; pero solo por eso. Un fuerte abrazo de otro abuelo desde mi mejana
ResponderEliminarEnhorabuena Olegario.
ResponderEliminarQue bien expresas sentimientos con elegancia en tus versos.
Agradezco tu visita en mi blog y te mando un abrazo desde Valencia, Montserrat
Suprema belleza en versos , nos obsequias querido y admirado poeta. Mil gracias por concedernos el privilegio de ser participes de ellos. Muchos besinos de esta amiga que te desea feliz inicio de semana con inmenso cariño.
ResponderEliminarSi no escribes porque tus nietos reclama tu atención te perdonamos.
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte. Un abrazo
Olegario, por tu gran sensibilidad, (en este poema como en otros tantos tuyo), tus nietos tendrán siempre un buen surtido de poemas, versos, mimos, y caricias. Que los disfrutes, los nietos en si, son todo un poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Olegario, encierra mucho de tu vida, así lo percibo desde mi sentimiento...
ResponderEliminarun beso grande
maite
Muchas gracias Alejandra por tus palabras. Quizás tengas razón. Un abrazo.
ResponderEliminarLos jubilados estamos siempre ocupados, pero además si se es abuelo es ya el colmo, no se tiene un momento libre.
ResponderEliminarMe gusta como expresas tus sentimientos, y en momentos como los que vivimos supone una brisa agradable.
ResponderEliminarSaludos
Permíteme que te felicite por estos sonetos tan hermosos.
ResponderEliminarGracis por tu visita y por tus palabras, eso me ha permitido llegar hasta aquí y disfrutar de tu poesía.
Un saludo