Por allí andaba el hombre, desnudado,
posesivo de un mundo superior,
poblado de riqueza en derredor,
con la flora y la fauna a su costado.
Y pasó el nuevo mundo por su lado,
y el avaro llegó a conquistador,
se hizo dueño, tirano y dictador,
y explotó su riqueza entusiasmado.
Siguieron estos hombres malviviendo
igual que sus abuelos, de natura,
a la caza y la pesca iban siguiendo,
y la lanza fue ayer su asignatura.
Muchos de ellos también iban muriendo
a golpes del tirano o de amargura.
Y llegaron a casa otros pastores,
con la sangre del pueblo soberano,
destronando al anterior tirano,
y llamándose así, libertadores.
Pero fueron también conquistadores,
que abrazaban al blanco cortesano,
vendiendo hasta su piel al artesano,
que siempre le ofreciera sus favores.
Y aquel pueblo siguió tranquilamente,
viviendo sin vivir en su agonía,
el hambre se acostaba en el relente,
y llorando en la cueva se dormía.
¿Hasta cuándo ha de seguir la gente,
mendigando su pan de cada día?.
Pero el mundo no aprende esta lección
que con notas de amor se está cantando,
poco a poco la oculta y va olvidando,
no sabe ni siquiera una oración.
No recuerda la letra, el corazón
también petrificado, está callando,
cuando mucho le dice, susurrando,
no olvides tu riqueza y ambición.
¿Adonde vamos, corazón de acero,
que viajas por el mundo sin sentir,
que sigue siendo para ti, usurero,
una forma vital de subsistir,
tú que niegas el pan al pordiosero,
poniéndolo en el muro a bien morir?.
O.Z.M
Olegario, me has llevado a la Edad Media, donde los señores eran amos y señores y todo lo que le rodeaban, ¡¡que poco hemos avanzado!!.
ResponderEliminarUn abrazo.
Injusticia de ayer y de hoy, la historia se repite.
ResponderEliminarUn abrazo
Por lo común, los justicieros se convierten en breve en inquisidores, y así, un continuo de injusticias gobierna al mundo sin gobierno. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Líbranos Señor de los salvapatrias! Siempre son los mismos los que pagan los platos rotos. Sigues igual: de tres en tres.
ResponderEliminarUn saludo desde mi mejana
Dolor da ver lo que hacemos con nuestros hermanos, ya no es solo en el Sahel donde mueren de hambruna, en mi propia calle hay cola para rebuscar en los contenedores y yo a lo que más llego es a bajar la cabeza de vergüenza.
ResponderEliminarAbrazos
Piedra
Estoy viendo las lanzas sustituidas por estandartes y a los tiranos escudados en sus decretos y prohibiciones, destruyendo todo lo que los guerreros habían conseguido.
ResponderEliminarSaludos