martes, 17 de enero de 2012

AÑORANZA Y AMOR - II

                                                                                                                                           
       La muerte
   
 Jamás tuve presente, que la muerte,
nunca esperada y por demás, maldita,
pasara su tarjeta, previa cita,
cuando menos lo esperas, y se advierte,
que siempre llega pronto a conocerte,
que nunca llega tarde a su visita,
buscando con el dedo a quien transita,
por la ruleta de la ignota suerte.
     Ya han pasado seis meses y he sabido,
que aquella Navidad, la más reciente,
dejaste en los turrones tu apellido,
y en la sidra el perfume maloliente
que exhala tu semblante corrompido.
     Yo te maldigo, ¡oh! muerte intransigente.
                      
                    Tu valentía

      Y aunque no quiero hablar de tu llegada,
porque tengo mi amor entristecido,
sí te quiero decir, como marido,
que me has dado una enorme puñalada,
y a mis hijas también, ¡oh! desgraciada.
     Te has llevado a mamá, como es sabido,
rompiendo su esperanza, y su atrevido
valiente caminar por la estacada,
que siempre ella creyera superable,
y nos diste seis meses para amarla
y llorarla también, por admirable,
para estar todos juntos y abrazarla,
para hollar su camino intransitable,
más allá del amor, y no olvidarla.

                   Seis meses

     Seis meses comprimidos, no es bastante
para estar en su tierna compañía,
tuviera, al menos, que tener el día
las horas infinitas por delante.
     Su amor era tan grande y tan galante,
que tan solo al mirarla se sentía.
     Respiraba el candor y lo ofrecía
como un soplo de luz, en un instante.
     Pero al menos seis meses han servido,
para hacer una piña en nuestra vida,
un equipo de ayuda siempre unido,
un ansia enorme de ocultar la herida,
un llorar sin llorar, triste y sentido,
una dulce esperanza sin salida.

                   El altar
   Estuvimos seis meses contemplando
tu valor y firmeza ante el altar,
donde siempre se hallaba tu mirar,
por la mesa de noche deambulando.
    Pasaste muchas horas desgranando
las cuentas de un rosario en tu pulgar,
¡que esta lucha la tengo que ganar!,
a todos nos decías, suspirando.
     Y a ese Cristo de Limpias, a tu frente,
que siempre es de mi pueblo, luz y guía,
con cuanto amor, teniéndole presente,
tu propia curación yo le pedía,
esperando el milagro consecuente,
para mañana, o tal vez otro día.

                   Tu Virgen

    Y a esa Virgen, bonita y soberana,
que llevaba tu nombre y era amada,
porque fue de tu padre abanderada,
patrona del colegio y Salesiana.
     Con cuanto amor llamaste a su ventana,
con los nudillos de tu fe arraigada,
buscando sin cesar con la mirada,
respuesta a tu ilusión siempre cristiana.
     La adorabas con toda tu alegría,
porque fue de tu padre consejera,
protectora de amor, su compañía,
pues fuiste con tres meses tan siquiera
la huérfana infeliz, en su agonía,
hija amante, y más buena compañera.

                     Tu ejemplo

     Rezar siempre por mí, no quiero veros
llorar por los rincones, en mi ausencia,
quiero siempre advertir vuestra presencia
sin brillo en vuestros ojos, tan sinceros,
porque así quiero yo, que estéis enteros,
si llegara el final de mi existencia.
     Que este mundo tan solo es penitencia,
y yo voy a buscar otros senderos.
      Más allá de la luz y la distancia,
más allá del dolor y el sufrimiento,
más allá del aroma y la fragancia
de la más bella flor del pensamiento.
      Allí estaré esperando en mi constancia,
vuestro amor y profundo sentimiento.
                                                                                                                               
                          O.Z.M.

13 comentarios:

  1. Soy de los que pienso que cuando un miembro de una pareja, que se ha querido a lo largo de muchos años, cuando muere su compañero/a ha de seguirle de forma inmediata.

    Creo que muchas informaciones de violencia de genero en personas mayores, muchas de ellas son acuerdos tácitos.

    Hermosos poemas, un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Amar es aceptar también lo acontecido, aunque el dolor se haga lacerante;
    amar es saberse siempre unidos,
    aunque la vida del otro acabe antes.
    Tus poemas, Olegarios son siempre sublimantes, excelsos, para releer y degustar.

    ResponderEliminar
  3. Olegario.
    Se que es duro perder al ser amado.
    Piensa que desde el
    Cielo ella os está ayudando.
    Bella Poesía, llena de dolor.
    Un abrazo, Montserrat

    ResponderEliminar
  4. Olegario..." Añoranza y amor ll "

    Te estoy leyendo para enviarte un comentario y aquì me ha llegado recien el tuyo...todavìa no lo he leido.
    Es tristìsimo esto que has publicado...me llena de dolor...no encuentro mejor palabra que con mi pèsame calme tu angustia, junto a la de los demàs que mucho te queremos.

    un beso desde Argentina

    ResponderEliminar
  5. miles de gracias insigne poeta por emocionar nuestros sentimientos con la magistral belleza de tus versos, besinos con todo mi cariño y admiración

    ResponderEliminar


  6. No soy un poeta,
    soy un principiante
    de palabras rimadas y pensadas
    para no herir los sentimientos
    de quienes las lean cuando se acercan
    cual inexperta mariposa
    a besar el aroma de los acantilados.

    Cada día se vive un verso diferente,
    motivo de sobra ilustrado
    para continuar el camino
    con la vista fija en el horizonte,
    apoyado en la esperanza y el sosiego
    no permitiendo el retroceso
    al más endeble de los pensamientos.

    Un beso de amor y ternura

    María del Carmen


    ResponderEliminar
  7. Amigo Olegario, es mejor que llegue sin avisar su visita asi no sentimos que se acerca ese dia en que la nonozcamos sin saber cuando será.
    Todos tus poemas estan escritos con tinta del corazón, eres un Gran Poeta.
    Un abrazo muy cariñoso para ti.

    ResponderEliminar
  8. Dolor y esperanza, mucho ánimo Olegario. Como decía un cura amigo, la eternidad es tan larga que no tenemos ninguna prisa.

    Abrazos
    Piedra

    ResponderEliminar


  9. Cuando mires las estrellas
    acuérdate de mi
    porque en cada una de ellas
    he dejado un abrazo para ti.

    Pasa un feliz fin de semana
    y serás protagonista
    de un millón de sonrisas.

    María del Carmen


    ResponderEliminar
  10. Un hermoso poema lleno de dolor.

    un abrazo inmenso

    maite

    ResponderEliminar
  11. Tus sentimientos desbordados por el dolor, tienen también todo el amor que se puede llegar a sentir por la persona con la que compartes tu vida... dolor + amor = a esperanza y fe.

    Un abrazo acaricie tu alma y te llene de fortaleza y luz

    ResponderEliminar
  12. Olegario, has sabido plasmar con gran belleza toda la tristeza que la muerte trae consigo.
    ¡Extraordinarios! Un abrazo

    ResponderEliminar


  13. Hola Olegario buenas tardes; hoy llego hasta aquí una vez más emocionada a decirte que la poesía que me has dejado como regalo de cumpleaños ya la he pueblicado hoy en Mis caricias del alma, en el más alto podium de la amistad.

    Un abrazo cargado de sueños aquellos que nos dan la mano para alternar entre días sombreados y tardes rendidas al ocaso.

    María del Carmen

    ResponderEliminar