sábado, 23 de junio de 2012

MADRIGALES

  
  ¿DONDE ESTAS CORAZON?

 
 ¿Dónde estás, corazón?,
que no siento siquiera tu mirada,
porque tengo ya el alma atravesada,
por dardo abrasador.
  No me puedo mirar en tu hermosura,
porque ya no hay cordura,
tan solo en mi cariño está el dolor,
llorando por tu amor.
    ¿Dónde estás, corazón?,
que no puedo encontrarte en mi razón.

     TE HE BUSCADO,  MI AMOR

  Te he buscado, mi amor,
debajo de la luz y la alegría,
removiendo el ayer y todavía,
no he podido encontrarte.
     Porque estás de mis besos alejada,
cual lámpara apagada,
que ya no puede arder para alumbrarte,
porque está en otra parte.
    Te he buscado, mi amor,
más allá de mi oscuro corredor.

     MI AMOR TE SIGO AMANDO
  
    Mi amor, te sigo amando,
saltándome el dolor y la distancia,
y aún siento tu cariño y la fragancia,
que tu cuerpo emanaba.
      Las flores del jardín de tu alegría,
las  tengo, vida mía,
en el viejo rincón donde guardaba,
todo aquello que amaba.
      Mi amor, te sigo amando,
y estoy desde tu ausencia,  aquí llorando.

       
ESTOY PRESO EN LA REJA

     Estoy preso en la reja,
de esta cárcel  que oprime el corazón,
apenas ya sin vida ni ilusión,
porque estoy convencido,
que nada ha de llegar en esta vida,
tras tu ausencia, querida.
     Porque tengo el amor desvanecido
soñando siempre herido.
     Estoy preso en la reja,
y no tengo, mi amor, ninguna queja.

    POR TI SIGO VIVIENDO

  Por ti sigo viviendo,
en el mundo que ayer nos presentaron
cual bello paraiso,  y nos llamaron,
a su loca ambición.
     Y en él nos cobijamos mutuamente,
lo mismo que la gente,
llevando a nuestra grupa la ilusión,
el cariño y tal vez la tradición.
     Por ti sigo viviendo,
y te estoy todavía, amor, queriendo.

   
TE ESCONDES POR LA NOCHE


 Te escondes por la noche,
detrás de mis silencios apagados,
y escuchas mis sollozos obligados,
que a ti van dirigidos.
    Te llamo tantas veces, vida mía,
que siempre llega el día,
tocando sin querer en mis latidos,
que suenan, como ayer, en los sentidos.
     Te escondes por la noche,
y no tengo en mi amor, ningún reproche.


 TE SIENTO, VIDA MÍA


  Te siento vida mía,
llamando en mi dolor, de amante herido,
con los nudillos de tu amor rendido,
de una forma callada.
    Y me duelen los ojos de llorarte,
y el corazón de amarte,
cuando llega tu voz en la alborada,
musitando su amor, toda entregada.
     Te siento, vida mía,
y no puedo tenerte en compañía.


TE FUISTE EN PRIMAVERA


 Te fuiste en primavera,
cruzando el firmamento en un suspiro,
mientras yo sigo hablando y aún te miro,
con tus ojos cerrados.
      Te llevaste en tu vuelo sorprendente,
la voz de mi corriente,
que anegaba recintos añorados,
discurriendo por cauces señalados.
      Te fuiste en primavera,
y mi amor todavía, aún te espera.

     
    
                          O.Z.M.


  Nota.- Con estos Madrigales doy por finalizada su publicación,
pues no quiero cansaros más,  aunque existen.





    

1 comentario:

  1. Unos bellos madrigales, con su cantinela clásica, como sacados del Renacimiento a la luz de estos tiempos de los que necesitamos renacer.

    ResponderEliminar